Mis comienzos viajeros
Bienvenid@s viajer@s a mi blog.
Por fin empiezo este periplo, que nunca creí que llegaría el momento. Pero antes de empezar voy a contaros en este, mi primer post, quien soy y porqué estoy aquí.
Mi nombre es Neus, nací en un día soleado del mes de agosto de 1985. Soy de un pueblo cercano a Barcelona y tengo unos pocos grandes amores, uno de ellos VIAJAR.
Para entender las decisiones que he ido tomando en mi vida respecto a los viajes, quiero que conozcáis un poco más mi personalidad. Soy cabezona, o eso dicen, yo creo que lo soy, y mucho con aquello que realmente deseo. Tengo carácter, pero a la vez, soy una persona razonable, alegre y muy positiva, aunque también me quejo bastante. Una virtud que también tengo es que soy muy sociable, me encanta conocer gente. Vale, ok! también soy desordenada y odio la rutina.
Mi historia con los viajes empezó a los 12 años aproximadamente cuando quería ir sí o sí a Disneyland París, antes no había salido de España. La petición estaba sobre la mesa pero como mala estudiante que era, mis padres me prometieron que si lo aprobaba todo iríamos a Disney. Cómo os he dicho soy bastante testadura así que aprobé todo. Ahora mis padres tenían que cumplir con su promesa.
Empezaron a organizar el viaje pero ir a Disney cuatro personas les salía bastante caro, hasta que vieron que dentro de París en el parque «Bois de Boulogne» había un camping. Al ir con tienda vieron que podíamos quedarnos más días que si fuéramos de hotel solo a Disney.
Del viaje a París aún recuerdo cada paso que hicimos, todo lo que visitamos, fue el comienzo de un gran periplo, que aún hoy, me acompaña en la vida. Ya que con este viaje hubo un antes y un después. Sobre todo en dos decisiones muy importantes, que como familia y personalmente nos cambiaría la vida.
La primera, como os he comentado, fuimos con tienda de coampaña y cuando ya llevábamos 10 días disfrutando de la hermosa ciudad, empezó a llover bastante. El Sena empezó a desbordarse y como el camping se encuentra justo al lado, mis padres tuvieron que recoger todo de mala manera y terminar la última noche en un hotel fuera de la ciudad ya rumbo para casa. Así terminaba de golpe nuestro viaje.
Este final de viaje hizo que mi padre decidiera que sería mejor comprar un baúl para llevar todo el equipaje, pero pensó que pesaría demasiado así que se puso a mirar remolques y descubrió las comanches. Cuando ya había visto unas cuentas pensó, que ya que tenía que llevar un remolque ¿por qué no comprar una caravana y así hacerlo más cómodo?
Y con esta decisión empezaron grandes viajes increíbles con «la querida», así le llamó. Imaginaros la situación cuando iban a comprar y mi padre le decía a mi madre: – ¿compramos esto para la querida? Tendríais que ver las caras que ponían los dependientes.
Con «la querida» y posteriormente con «la favorita», la nueva caravana, vivimos muchos viajes preciosos por Europa, viajando un mes cada verano, o haciendo pequeñas y medias escapdas.
La segunda decisión la tomé de más mayor, pero para entender mi postura os voy a explicar que pasó en este primer viaje a París. Cuando visitamos Versalles, conocimos a una chica que estaba viajando sola. Este hecho quedó marcado en mi subconciente. Fui creciendo y viajando en familia y a cierta edad empecé a viajar con amigos.
Pero los viajes con amigos, como todos sabéis, no siempre son perfectos, son muchas horas y formas distintas de ver la vida. Además conlleva cuadrar días, dinero, etc. Así que dentro de mí empezó a brotar aquel sentimiento que tuve cuando conocí la viajera que descubría el mundo sola.
Cuando realicé el viaje de fin de curso de la universidad fuimos a Tenerfie y acabé pasando un día sola. El motivo fue que mis compañeras no quisieron ir al Teide y prefirieron ir a pasar el día a la playa. Yo no podía irme de allí sin ver el emblema de la isla. Así que pasé aquel día sola. Este hecho fue crucial a lo que me esperaría en el futuro.
Por culpa de la crisis del 2008, este fue el último viaje que haría en un tiempo, pero también fue el último viaje que haría con «amigas» hasta mucho tiempo después.
Cuando me recuperé económicamente, decidí irme de viaje a Italia, y esta vez me iba sola. Mi primer viaje sola. Me encantó tanto la experiencia, que ya llevo 5 años aproximadamente haciendo este estilo de viaje.
Al inicio de este post os decía que tenía unos pocos grandes amores, uno de ellos viajar, pero no es el único, otro gran amor es la fotografía. Y algo que me encanta hacer cuando viajo es fotografiarlo todo. En cada viaje lo he ido amando más y año tras año he ido mejorando la técnica.
Empecé a compartir mis fotografías en mi Facebook, y al tiempo me animé a abrir la galería de Instagram de viajes @micamaraporelmundo_ . Pero no me animaba a abrir un blog.
He pasado años compartiendo las fotos, las vivencias y los consejos a través de Instagram. Paralelamente abrí también la galería de fotografía @flordeneuphoto (en sus comienzos se llamaba @imedelweis), pero quise hacer un buen cambio, así que eliminé todas las fotos, le cambié el nombre y empecé de cero.
¿Y qué me ha animado a abrir finalmente una página web? A fecha de hoy hace un año que llegó el Covid, este virus que nos pararía en seco la vida a todos. A lo que nos quitó muchas cosas, pero también nos dio mucho tiempo para reflexionar y cambiar muchos hábitos y formas de pensar.
Y como no se puede decir de esta agua no beberé, aquí me tenéis animándome con la página web de fotografía y esta sección con el blog de viajes. Cuando yo tenía muy claro que nunca me haría un blog, ya que lo mío no son las palabras escritas.
Vengo con muchas ganas de compartir lugares increíbles del mundo, ya sean lejanos o cercanos, y sobre todo, el objetivo del blog es contaros cómo llegar a ellos. Solo os pido que respetéis el entorno, y lo dejéis mejor de lo que os lo habéis encontrado.
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